El sistema endocannabinoide es uno de los grandes responsables de mantener el equilibrio interno del cuerpo humano. Aunque escuchamos con frecuencia sobre los beneficios medicinales del cannabis en enfermedades como:
Pocas veces se explica cómo actúan sus compuestos dentro del organismo. Para comprenderlo, es necesario conocer primero qué es y cómo funciona este sistema biológico.
Nuestro cuerpo está compuesto por millones de células que se comunican entre sí, como si fueran una red eléctrica. Dentro de esta red existen receptores especiales llamados CB1 y CB2, que funcionan como “puertos de conexión” para los cannabinoides.
Receptores CB1: se encuentran principalmente en el cerebro, pulmones, músculos y sistema vascular.
Receptores CB2: están presentes en huesos, piel y sistema inmune.
Esto significa que el cuerpo humano está preparado de forma natural para interactuar con los cannabinoides, regulando procesos esenciales como el dolor, la inflamación y el estado de ánimo.
La planta de cannabis contiene diferentes moléculas bioactivas conocidas como cannabinoides. Entre los más estudiados se encuentran:
CBD (Cannabidiol): con propiedades anticonvulsivas, antiinflamatorias y ansiolíticas.
THC (Tetrahidrocannabinol): compuesto psicoactivo con potencial anticancerígeno y analgésico.
CBN (Cannabinol): actúa como agente antimicrobiano y sedante suave.
Cada uno de estos compuestos se conecta con los receptores CB1 y CB2 para desencadenar respuestas terapéuticas específicas en el organismo.
Podemos imaginar el proceso como un enchufe y un cable de poder:
Los receptores CB1 y CB2 serían el enchufe.
Los cannabinoides, el cable que se conecta.
Cuando ambos se integran, se produce una reacción molecular que activa funciones clave en el cuerpo:
Neuroprotección y regulación del sistema nervioso.
Control del dolor y la inflamación.
Equilibrio biológico en procesos como el sueño, el apetito y el estado de ánimo.
En otras palabras, el sistema endocannabinoide ayuda al organismo a responder y adaptarse mejor a los desequilibrios internos y externos.
Los canabinoides son como “el cable de poder” que se conecta al enchufe para dar energía a determinado equipo, de esta manera contamos con dos herramientas que cuando se logran integrar generan un estallido molecular el cual hace que el cuerpo humano segrega células que requiere para su recuperación cumpliendo así funciones neuroprotectoras y control del dolor, así como también mantener el equilibrio entre las distintas funciones biológicas como los procesos desinflamatorios o anticonvulsivos.
De esta manera los canabinoides permiten que el cuerpo mejore su forma de procesar información y tomar medidas de acción frente a las diferentes circunstancias de malestar que se presentan.
El sistema endocannabinoide es una red biológica del cuerpo humano formada por receptores (CB1 y CB2), endocannabinoides y enzimas. Su función principal es mantener el equilibrio interno u homeostasis, regulando procesos como el dolor, el sueño, el apetito, la inflamación y el estado de ánimo.
El sistema endocannabinoide funciona gracias a la interacción de los receptores CB1 y CB2 con cannabinoides producidos por el cuerpo (endocannabinoides) o por plantas como el cannabis. Cuando se activan, regulan funciones esenciales como el control del dolor, la respuesta inflamatoria, la memoria y el bienestar general.
Ambos permiten que los cannabinoides influyan en distintas funciones del organismo.
La estimulación del sistema endocannabinoide puede ayudar a:
Además, se estudia su papel en enfermedades como la epilepsia, la ansiedad, el cáncer y el Parkinson.
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