El cannabis es una planta con una historia milenaria que ha ganado popularidad tanto por sus propiedades medicinales como recreativas. Sin embargo, es crucial entender las diferencias entre el cannabis medicinal y el recreativo para garantizar el uso responsable de la misma.
El consumo de cannabis medicinal y recreativo es diferente en varios aspectos. Más allá de los efectos psicotrópicos del THC, la planta de cannabis se puede utilizar para tratar una amplia variedad de síntomas médicos. Debido a sus compuestos cannabinoides que le permiten cumplir diferentes propósitos y aplicaciones. Por ejemplo, el CBD, que no es psicotrópico, tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Por lo que, se prescribe para una variedad de condiciones médicas basadas en estudios científicos que avalan sus beneficios terapéuticos. Entre sus usos más comunes se incluyen:
- Control del dolor crónico: Enfermedades como la artritis, fibromialgia y esclerosis múltiple.
- Manejo de trastornos neurológicos: Epilepsia y esclerosis múltiple.
- Alivio de síntomas: Náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia, y pérdida de apetito en pacientes con VIH/SIDA.
El cannabis medicinal, especialmente el que tiene un alto contenido de CBD, presenta un perfil de seguridad relativamente alto. Sin embargo, no está exento de efectos secundarios. Los efectos secundarios comunes incluyen somnolencia, mareos y sequedad bucal. Además, el cannabis medicinal puede interactuar con otros medicamentos, por lo que es crucial consultar con un profesional de la salud antes de comenzar su uso.
Mientras que, el TCH, uno de los componentes psicoactivos de la planta, suele ser utilizado por sus efectos eufóricos y relajantes. En general, los usuarios que la consumen encuentran en ella una sensación de relajación y reducción del estrés, mejora del estado de ánimo, y una expansión de sus sentidos sensoriales.
Sin embargo, los riesgos psicoactivos son más elevados y pueden incluir ansiedad, paranoia y deterioro cognitivo temporal. Además, el uso excesivo del cannabis recreativo puede llevar a dependencia psicológica y problemas de salud mental.
Cuando el cannabis o los productos a base de cannabis están prohibidos, se debe principalmente al THC y sus efectos psicotrópicos. Pero hay otros componentes que son perfectamente legales y no tienen ningún efecto psicotrópico. Este es el caso del CBD, que la Organización Mundial de la Salud recomendó oficialmente en 2017 que no fuera clasificado como sustancia controlada a nivel internacional.
Por todo esto, la principal diferencia entre ambos se debe a su composición, mientras los productos a base de cannabis medicinal se ajustan para maximizar los cannabinoides terapéuticos. La combinación de estos con el THC puede llegar a ser muy útil para aliviar el dolor crónico, las náuseas y estimular el apetito en pacientes con enfermedades graves.